El deporte como herramienta de integración social

En Otxarkoaga el fútbol sala es diversión, pero también es el pretexto para que jóvenes de familias desestructuradas sigan sus estudios y participen en la vida del barrio. Lo ha conseguido la Asociación Tendel con un proyecto apoyado por BBK.

La Asociación Tendel nació en 1999 en el barrio de Otxarkoaga de Bilbao «con el objetivo de ayudar a crecer como personas a los chicos y chicas de la zona, invirtiendo en su calidad de vida y potenciando su implicación en la marcha del barrio». Hoy, 13 años después, este colectivo formado por educadores profesionales locales se ha consolidado y ofrece multitud de servicios a niños y jóvenes de entre tres y diecisiete años.

«Lo que nosotros buscamos es enseñar valores sociales a los chavales mediante actividades relacionadas con el ocio y el tiempo libre,herramientas muy útiles para este propósito», explica Álvaro Pérez, educador social y coordinador de Tendel que comenzó como voluntario en la asociación en 2002 y trabaja en ella como profesional desde hace cuatro años. «Disponemos de varios proyectos (Haurgune, Kidegune, Gaztegune y Otxartxiki) para infancia y juventud -prosigue Pérez-, pero también ofrecemos algunas actividades para adultos como cursos de DJ o de manejo y edición de vídeo».

120 jugadores en el Club Deportivo Otxartabe
Dentro de todas las actividades extraescolares (cursos, talleres, juegos…) de la asociación, una de las más exitosas es el proyecto denominado ‘El deporte escolar como medio de integración social’, que se puso en marcha hace ocho años con «tan solo dos equipos de fútbol sala compuestos por 20 jóvenes» y ha crecido de manera espectacular hasta contar hoy en día con siete escuadras de diferentes categorías -tres cadetes, dos juveniles y dos senior-.»Vimos que el deporte era un medio ideal para enganchar a chicos de familias desestructuradas e involucrarlos también en otros proyectos». Así, «pudimos garantizar la asistencia de estos jóvenes a la escuela, puesto que el requisito indispensable para entrenar y jugar es ir a clase».

Hoy, cerca de 120 jugadores integran el CD Otxartabe -nombre oficial bajo el que se agrupan todos los equipos de la asociación- y, de ellos, «unos 70 son de origen magrebí». También hay «futbolistas autóctonos -algunos de etnia gitana-, sudamericanos y otros africanos». Sin embargo, «lo más importante es que el deporte es el eje central, y aquí nadie se acuerda de las razas, las etnias o el color de la piel».

Los costes inherentes a la práctica deportiva -ficha federativa, material, arbitrajes…- se financian mediante ayudas de la BBK y Bilbao Kirolak. Además, «los diversos centros escolares (ubicados en los barrios de Otxarkoaga y Txurdinaga) de los que proceden los chavales hacen pequeñas aportaciones» y la autofinanciación también tiene su espacio: «Los chicos pegan carteles, organizan eventos, asisten a charlas y participan en la vida social del barrio para sacarse unos pequeños fondos».

Un referente para los más jóvenes
Mohssine El Haddadi, marroquí de 19 años que reside en Euskadi desde 2007, es uno de estos chicos que disfrutan jugando a fútbol sala con sus compañeros. El Haddadi empezó con los cadetes hace tres años y hoy en día pertenece al equipo sénior, además de ser el entrenador de los juveniles y coordinar todos los asuntos deportivos de Tendel. Él se muestra «muy contento» con el proyecto: «Practico deporte, hago amigos y además tengo trabajo. Por si fuera poco, cada año vamos mejorando en todos los aspectos».

Álvaro Pérez lo considera «un ejemplo muy positivo» para los recién llegados: «Es un referente para ellos porque ven que empezó desde abajo y ahora ha avanzado mucho». Precisamente para continuar avanzando de cara al futuro, la Asociación Tendel ya ha empezado a dar los primeros pasos para la creación de «una escuela deportiva que abarcará todas las categorías, de benjamín a sénior», en un proceso de formación gradual. «Hemos constatado que el proyecto ha sido todo un éxito, y queremos seguir tirando por ahí». Una excelente noticia que confirma al deporte como una inmejorable herramienta para la integración social y el fomento de una vida saludable.